HISTORIA DE LA PROVINCIA DE EL BIERZO, SIGLOS XV-XVIII (1ª PARTE),
Por Xabier Lago Mestre.
Por Xabier Lago Mestre.
obierzoxa@lycos.es
Todos sabemos que El Bierzo fue provincia, e identificamos ésta con la de Villafranca del Bierzo que existió durante el Trienio Liberal de la segunda década del siglo XIX. Pero lo que la mayoría desconoce es que la provincia de El Bierzo tuvo su origen mucho antes, a fines del siglo XV. Pretendemos recuperar la continuidad histórica provincial, aunque sea aquí de forma resumida, porque nada tuvo de ocasional, ya que merece la pena conocer mejor nuestro pasado para tomar conciencia colectiva de la importancia institucional de El Bierzo.
En la segunda mitad del siglo XV la mayor parte de El Bierzo occidental pertenecía al Condado de Lemos. En la disputa por la herencia de este patrimonio señorial intervinieron los propios Reyes Católicos, los cuales finalmente tomaron partido en contra de los intereses del Conde Rodrigo Osorio. La Corona participó militarmente para sofocar la rebelión del mencionado noble. La consecuencia de la derrota del conde fue la pérdida de todas sus posesiones bercianas que pasaron a formar parte del nuevo Marquesado de Villafranca, a la vez que Ponferrada fue comprada por los Reyes (1486). Tras esta adquisición se estableció en esta villa el corregimiento. Las funciones de esta nueva institución fueron variadas, gubernativas, fiscales, judiciales, militares, policiales, etc. Desde el principio este corregimiento aparece vinculado a la provincia de El Bierzo. A título de ejemplo leemos la carta de 1488 para que se aparte a los judíos de Ponferrada, "a vos Juan de Torres, nuestro alcayde e corregidor de la villa de Ponferrada con la provincia del Bierzo (...)
En la provincia de El Bierzo de la Edad Moderna existían distintas jurisdicciones, realengo, señoríos laicos, eclesiásticos y monásticos. El corregidor de Ponferrada, como única autoridad con competencias en toda la provincia, entraba en conflicto con otros oficiales señoriales al representar a la justicia realenga que quedaba por encima de las demás. De ordinario el corregidor no tenía jurisdicción en los señoríos, de ahí que hubiese demandas de Ponferrada para extender el ámbito de actuación de este oficial real a los dichos señoríos, "junte las dichas abadías e lugares con la jurisdicción de Ponferrada en lo civil e criminal o a lo menos en lo criminal (...) porque esta tierra de Galicia es aparejada para ello más que otra" (1509). También el corregidor podía intervenir de manera extraordinaria, mediante comisión real, en los conflictos señoriales de El Bierzo o fuera de el, así aconteció en el pleito entre el consejo general de Laciana y el conde Luna (1570).
El corregidor de Ponferrada y de la provincia de El Bierzo tuvo numerosos conflictos con el adelantamiento de León. En este sentido la reina Juana ya ordenó "que de aquí adelante entretanto que en la dicha villa de Ponferrada oviere corregidor no vos entrometais en cosas ni conozcáis de ningunas causas cibiles ni criminales (...)" (1505). Posteriormente los problemas jurisdiccionales continuaron, así en 1567 se reclamó que la justicia de los alcaldes mayores de la audiencia leonesa recayese en el corregidor de Ponferrada porque "no puede haber justicia de los negocios que ofrecen en El Bierzo por estar lejos de donde suele residir el audiencia y que más conviene que se le cometan los negocios de aquella provincia a el corregidor de Ponferrada que la quiten a el adelantamiento de León (...)".
Todos sabemos que El Bierzo fue provincia, e identificamos ésta con la de Villafranca del Bierzo que existió durante el Trienio Liberal de la segunda década del siglo XIX. Pero lo que la mayoría desconoce es que la provincia de El Bierzo tuvo su origen mucho antes, a fines del siglo XV. Pretendemos recuperar la continuidad histórica provincial, aunque sea aquí de forma resumida, porque nada tuvo de ocasional, ya que merece la pena conocer mejor nuestro pasado para tomar conciencia colectiva de la importancia institucional de El Bierzo.
En la segunda mitad del siglo XV la mayor parte de El Bierzo occidental pertenecía al Condado de Lemos. En la disputa por la herencia de este patrimonio señorial intervinieron los propios Reyes Católicos, los cuales finalmente tomaron partido en contra de los intereses del Conde Rodrigo Osorio. La Corona participó militarmente para sofocar la rebelión del mencionado noble. La consecuencia de la derrota del conde fue la pérdida de todas sus posesiones bercianas que pasaron a formar parte del nuevo Marquesado de Villafranca, a la vez que Ponferrada fue comprada por los Reyes (1486). Tras esta adquisición se estableció en esta villa el corregimiento. Las funciones de esta nueva institución fueron variadas, gubernativas, fiscales, judiciales, militares, policiales, etc. Desde el principio este corregimiento aparece vinculado a la provincia de El Bierzo. A título de ejemplo leemos la carta de 1488 para que se aparte a los judíos de Ponferrada, "a vos Juan de Torres, nuestro alcayde e corregidor de la villa de Ponferrada con la provincia del Bierzo (...)
En la provincia de El Bierzo de la Edad Moderna existían distintas jurisdicciones, realengo, señoríos laicos, eclesiásticos y monásticos. El corregidor de Ponferrada, como única autoridad con competencias en toda la provincia, entraba en conflicto con otros oficiales señoriales al representar a la justicia realenga que quedaba por encima de las demás. De ordinario el corregidor no tenía jurisdicción en los señoríos, de ahí que hubiese demandas de Ponferrada para extender el ámbito de actuación de este oficial real a los dichos señoríos, "junte las dichas abadías e lugares con la jurisdicción de Ponferrada en lo civil e criminal o a lo menos en lo criminal (...) porque esta tierra de Galicia es aparejada para ello más que otra" (1509). También el corregidor podía intervenir de manera extraordinaria, mediante comisión real, en los conflictos señoriales de El Bierzo o fuera de el, así aconteció en el pleito entre el consejo general de Laciana y el conde Luna (1570).
El corregidor de Ponferrada y de la provincia de El Bierzo tuvo numerosos conflictos con el adelantamiento de León. En este sentido la reina Juana ya ordenó "que de aquí adelante entretanto que en la dicha villa de Ponferrada oviere corregidor no vos entrometais en cosas ni conozcáis de ningunas causas cibiles ni criminales (...)" (1505). Posteriormente los problemas jurisdiccionales continuaron, así en 1567 se reclamó que la justicia de los alcaldes mayores de la audiencia leonesa recayese en el corregidor de Ponferrada porque "no puede haber justicia de los negocios que ofrecen en El Bierzo por estar lejos de donde suele residir el audiencia y que más conviene que se le cometan los negocios de aquella provincia a el corregidor de Ponferrada que la quiten a el adelantamiento de León (...)".