Los mejores libros para perderse y no perderse en el Camino
Millares de peregrinos se dirigen estos días a Santiago para celebrar el 25 de julio el Jubileo, el Año Santo Compostelano por excelencia, ése que no se repetirá hasta 2021, y que evoca siglos de peregrinaciones que tienen tanto de cultura como de aventura y de fe. El Camino de Santiago es, desde hace siglos, el eje vertebrador de Europa, su “Calle Mayor”, como lo definió cinco siglos atrás el emperador Carlos V.
El origen
Según la tradición, tras la muerte de Cristo, Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, continuó su labor apostólica en Jerusalén. Más tarde se dirigió a Hispania. Se supone que desembarcó en algún puerto andaluz, que viajó hacia el norte por tierras portuguesas y que llegó a Galicia. Desde allí, tras evangelizar el país, volvería a Palestina, donde fue decapitado en tiempos de Herodes Agripa.
Su cuerpo fue trasladado a Galicia por sus seguidores, aunque no falta quien asegura (como Sánchez Dragó) que son los restos de Prisciliano, tachado de hereje por la Iglesia católica, los que realmente descansan en la catedral de Santiago de Compostela.
El Año Santo Jubilar se celebra cuando el 25 de julio cae en domingo, lo que no se repetirá hasta 2021. A lo largo de los siglos se han multiplicado las novelas, los ensayos, y los libros de viaje que tienen como excusa o protagonista el Camino de Santiago. Elcultural.es ofrece hoy una selección para perderse y no perderse en el Camino, en ninguno de sus sentidos...
Las novelas
El peregrino de Compostela, de Paulo Coelho (Planeta, 12'95 e.). Publicada por vez primera en 1987, la primera novela del célebre bestsellero brasileño es una parábola de la necesidad de encontrar el sentido de la vida individualmente a partir de las experiencias personales del propio escritor, que recorrió el llamado “Camino francés”. «En aquella época -explica Coelho-, mi búsqueda espiritual estaba relacionada con la idea de que existían secretos, caminos misteriosos y gente capaz de comprender y controlar las cosas que permanecen ocultas a la mayoría de los mortales. Creía que lo que es difícil y complicado lleva siempre a la comprensión del misterio de la vida. »
Iacobus, de Matilde Asensi (Plaza, 18'95). Lanzada a la fama gracias a sus novelas compostelanas -Iacobus (2000) y Peregrinatio (Planeta, 2004, 18 e.)-, Matilde Asensi recrea en ellas las aventuras de un ex caballero hospitalario llamado Galcerán de Born, el Perquisitore, que en Iacobus es enviado por el Papa Juan XXII a investigar la muerte de su antecesor Clemente V y la del rey Felipe IV de Francia, tras la ejecución del Gran Maestre de la Orden del Temple, en una aventura que le conducirá, a través del Camino, hasta el findel mundo conocido, Finisterre. Peregrinatio, en cambio, contiene los consejos que Galcerán da a su disoluto hijo, Jonás de Born, para que cambie de vida mientras peregrina hacia Santiago.
El peregrino, de Jesús Torbado (Ediciones B, 20 e.). Novela de la picaresca del Camino, que, según la crítica, “reconstruye imaginativamente el hormiguero de pícaros y mendigos al olor de la santa sardina compostelana”, donde se mezclan “gentes piadosas movidas por la fe con mendigos y pequeños profesionales, monjes codiciosos, anacoretas, mercaderes, embaucadores de toda laya, prostitutas, salteadores de caminos y muchas más especies de una inagotable fauna humana”.
Encuentros de Bonaval, de Sonsoles Ónega (Temas de Hoy, 2010). En Santiago de Compostela, “entre piedras que lloran y lluvia que baila...”, una joven que se sueña periodista en la españa posfranquista conoce a un “cazador de pensamientos” que cambia su vida, y le inspira el deseo de conocerlo todo de su ciudad, sus leyendas, secretos y gentes. También son recomendables, entre las últimas novedades, La estrella peregrina, de Angeles de Irisarri (Suma, 2010, 22 e.), y El alma de las piedras, de Paloma Sánchez Garnica(Planeta, 2010, 21'95 e.).
El libro del Camino de Santiago (451 editores, 22'50 e.). ¿Puede haber algo mejor que compartir el Camino con peregrinos tan apasionantes como Luis Buñuel y Jean-Claude Carriere, Álvaro Cunqueiro, Luis Mateo Díez, Tirso de Molina, o Robert Graves? ¿Y si, además, el volumen está ilustrado por El Greco, Simon Palmer, Antoine Pesne, Daniel Serveaux o Tintoretto? ¿Existe una alternativa mejor?
Los libros de viaje
Decía el poeta alemán Heinrich Heine que si se quiere viajar a las estrellas, no hay que buscar compañía. El Camino de Santiago puede ser una buena excepción, si los acompañantes son algunos de los mejores libros de viaje de la historia, como, por ejemplo:
Por el camino de las peregrinaciones, de Alvaro Cunqueiro (Alba, 16,50 e.), es la crónica del viaje entre Piedrafita y Santiago de Compostela que realizó Cunqueiro acompañado por el fotógrafo Magar en 1962. Casi cincuenta años después, sus ensoñaciones - “Para quien tiene la imaginación del camino en el corazón, es difícil no ver, en la temprana mañana soleada, a Gaiferos de Mormaltán, cuyo yelmo brilla entre las altas xesteiras, cabalgar soñador”- conservan intacta su magia, aunque el peregrino de hoy nada tenga que ver, aparentemente, con el de entonces.
El desvío a Santiago, de Cees Nooteboom (Siruela, 24'90 e.). De Nooteboom se ha escrito que «sabe más que nosotros mismos, de nuestra historia, de nuestro tiempo y de nuestra gente» y este libro, enriquecido con 28 fotografías de Simone Sassen, lo confirma. Su vagabundeo hacia Santiago es peculiar, porque no sigue los caminos tradicionales, pasa por Aragón y Granada, por Soria, el Museo del Prado y La Gomera, en un retrato literario, político y sentimental de España.
Compostela y su ángel, de Gonzalo Torrente Ballester (Alianza, 8 e). Podía haber sido una convencional guía turística, envejecida además, pues Torrente la escribió en 1947, pero esta supuesta pieza menor nada tiene que envidiar, según la crítica, a novelas tan famosas como Los gozos y las sombras. En ella, el novelista se mete en la maraña de las vidas de cientos de peregrinos “buscando el secreto de cada hombre a lo largo de su existencia!".
El Camino de Santiago en la Literatura. La ruta imaginada, de José Luis Puerto (Edilesa, 12 e.). A lo largo de siete jornadas, que coinciden con siete capítulos, el poeta José Luis Puerto descubre los territorios literarios creados por el Camino de Santiago desde la Edad Media : el mundo de las leyendas, la épica medieval, la lírica y el romancero, la literatura del siglo de oro, los viajeros foráneos, la poesía y la narrativa contemporánea, además de las tradiciones orales.
Las guías
Abundantísimas y abrumadoras. Las hay, como diría un feriante, para todos los gustos, para los que buscan el arte románico, para quienes prefieren los versos de Rosalía de Castro, y para quienes pretenden recorrer el Camino en bicicleta, y desde Francia o la Vía de la Plata. Así, Pío Moa se ofrece como guía para un posible Viaje por la Vía de la Plata (Libros Libros, 19 e.) que es la alternativa al Camino más popular.
Lunwerg recupera El camino de Santiago. La ruta celeste, (14,50 e.), con imágenes y textos de distintos autores que nos acercan a los itinerarios, la arquitectura, los paisajes y la experiencia de los peregrinos. Incluye además una cronología jacobea -para ver cómo ha evolucionado el camino a través de la historia- y está acompañado de una excelente documentación gráfica y numerosas referencias bibliográficas.
Otra posibilidad es hacer El Camino de Santiago en mountain bike, de la mano de Juan José Alonso Checa (Tutor, 16'5 e.), con consejos prácticos llenos de sentido común y conoimiento, pues el autor también es responsable de una Guía práctica del peregrino (Desnivel, 21'50 e.) y de 30 Fichas prácticas, plastificadas, sobre el Camino francés y de 6 sobre la vía aragonesa.
También demuestra un conocimiento exhaustivo en el tema José María Anguita Jaen, responsable de al menos cuatro libros que recorren el Camino, deteniéndose en ocasiones en su arte (El Camino de Santiago Monumental, Everest, 32 e.) u ofreciendo consejos que pueden resultar vitales para el peregrino.
Y también están los libros de... las posibilidades se multiplican. ¿Podemos prescindir de los libros de Duby sobre la historia de Europa? ¿O de la últimísima guía llena de consejos? . En cualquier caso, lo mejor, el Camino, está ahí, esperándonos, porque sabemos, con Pessoa que el viaje es el viajero, y que lo que vemos no es lo que vemos sino lo que somos. ¿Te atreves a descubrirlo?