LOS AYUNTAMIENTOS DE LOS ÁMBITOS URBANOS:
La tradición democrática devaluada .
Las pequeñas comunidades rurales de la región berciana se regían mediante concejos abiertos (concillium), abiertos a todos los vecinos. Con el tiempo se fue restringiendo la participación en ellas, caso de las mujeres, judíos o moros. Los llamados boni homini, vecinos con heredades en la aldea, acaban ocupando los cargos públicos. Otros beneficiados con los privilegios reales fueron los caballeros villanos, que consiguieron la exención de los tributos reales y locales o alcanzar representación en los ayuntamientos.
La Corona de Castilla y León en la Baja Edad Media creó los regimientos en las villas y ciudades , formados por miembros nombrados por el Rey, llegando a venderse esos cargos públicos (patrimonialización). Además, el control de la Corona se ejecutó también con los alcaldes de corte y los posteriores corregidores, como el que se estableció en Ponferrada (1487). Ante las dificultades hacendísticas de la Edad Moderna, los reyes vendieron los cargos públicos de los regimientos (patrimonialización). Dentro de esta estrategia real recaudatoria se incribe la venta de aldeas monásticas y de rentas reales, caso de las alcabalas y del castillo de la villa de Ponferrada a los Marqueses de Villafranca.
La tradición festiva y religiosa ordenada .
La organización de actos festivos por los ayuntamientos forma parte del proceso de control social. Concretamente nos referimos a la comprendida dentro de la variada tipología festiva (procesiones religiosas, cívicas, gremiales…). Dentro de las llamadas religiosasdestacamos la de la Inmaculada Concepción (votada por el ayuntamiento de Ponferrada en 1656), en la que el regimiento se compromete a hacer procesión cada 8 de diciembre “pra siempre jamás” .
El corregidor de Ponferrada obliga a asistir a los actos festivos, caso del Corpus Christi, “danzasen e hiciesen invenciones en la procesión que se hace el día del Corpues Chisti del Santísimo Sacramento, so cierta pena declarada enel mandato y pregón que sobre ello se dió (…)” . El Ayuntamiento ordenó a los vecinos de Otero que paguen 12 reales para quedar exentos de repartimiento de las danzas del Corpus (1655).
La pasión milagrera de la época tambien favoreció el fervor religioso popular. Tenemos los ejemplos de los milagros del Santísimo Sacramento en la ermita de Ponferrada del mismo nombre (1533), o los sucesivos milagros de la Virgen de la Encina que fueron alegados para demandar la declaración de la colegiata (siglo XVIII) de la actual basílica. Respecto al milagro del robo del Santísimo Sacramento decir que el corregidor ordenó arrastrar al ladrón por la villa, ahorcarle y le cortaron las manos sacrílegas, cuyas extremidades fueron finalmente echadas al río Sil.
Para aplacar los efectos negativos de la climatología se organizaron rogativas. Estas se organizaban contra los temporales de nieve o agua, o por las sequías prolongadas. La obligación municipal de asistir por parte del vecindario a las rogativas se penalizaba con cuantías que podían llegar a 500 maravedís . Lascontinuas pestes fomentaron las procesiones a favor de San Roque, en los pueblos bercianos.
La influencia castellana de las corridas de toros se hizo realidad en El Bierzo. Aprovechando ciertas festividades, Corpus, San Juan o San Roque, se organizaban actos contra los toros, mediante capeas, varas o muerte. En este sentido, recordamos que el Ayuntamiento ponferradino pidió dispensa de los toros al obispado de Astorga en la festividad de San Roque (década de 1770) para evitar los excesivos gastos taurinos.
La tradición carretera.
Aunque fuera de nuestro contexto histórico incluimos la referencia a dos medidas municipales que afectaron a dos tradiciones rurales bercianas. Durante la postguerra española los ayuntamientos fijaron tasas sobre los “teitos de palla” en base a que favorecían los incendios en las poblaciones, de ahí su sustitución por techos de uralita o pizarra. Por otra parte, se aprobaron tasas sobre la circulación de carros en las villas y ciudades, según tuvieran llantas de goma o de hierro, ya que se quería restringir su uso ante los modernos vehículos de motor, evitar la suciedad (excrementos) y limitar el exceso de ruidos (carro chillón) .
LAS COFRADÍAS RELIGIOSAS O GREMIALES Y FUNDACIONES:
En la Edad Moderna prolifera una peculiar institución vecinal,nos referimos a las cofradías que tienen diversa tipología. Las que más proliferan son las religiosas, entre las que se encuadran las penitenciales, sacramentales (Corpus Christi), santorales (marianas) y de ánimas (a favor de las benditas almas del purgatorio). Con estas cofradías la Iglesia intentaba fomentar la religiosidad católica entre los feligreses rurales y urbanos . Los cofrades celebraban comidas, organizaban entierros, celebraban procesiones, recaudaban las limosnas de los propios cofrades y recibían donaciones de bienes o mandas testamentarias. Gracias a sus pequeñas rentas podían realizar préstamos a sus vecinos.
Las cofradías penitenciales son las que organizan las procesiones de Semana Santa. Durante la Cuaresma se preparaba moralmente a los fieles con la abstinencia alimenticia y sexual. Hay un pecado principal por la muerte de Cristo que supone un sentimiento público de culpa colectiva.La penitencia se realiza con el castigo corporal de los cofradesdisciplinantes . La pasión dramática se manifiesta con el sufrimiento de todos . A ello ayuda la iconografia barroca, el simbolismo colorista, los pasos o los sermones doctrinarios desde los púlpitos.
Las cofradías gremiales representaban las instituciones de los artesanos. Así podemos destacar los gremios de sastres, tejedores, zapateros, mercaderes o vinateros. Cada gremio se organizaba en una cofradía bajo la protección de un santo titular y procesionaban el día de su patrón que tenía su correspondiente capilla en iglesias parroquiales de las villas principales. La peculiar beneficiencia de estas cofradías se concretaba en ayudas a hermanos pobres o enfermos.
Otra institución peculiar de este período histórico son las fundaciones. En este caso nos fijamos en las fundaciones de escuelas propias de la tradición educativa . Nobles, eclesiásticos, hidalgos o concejos fundaron escuelas menores “para que hubiese maestro que enseñase de primeras letras a los niños les pusiese en rudimentos cristianos lo que es muy útil y provechoso y del servicio de Dios“ (Valle de Finolledo, 1749). La enseñanza de la doctrina cristiana era fundamental para las autoridades eclesíasticas, por eso los controles ideológico, “comisionamos a dicho cura (…) para examinar en doctrina christiana a los maestros de primeras letras (…)” . Estos estudios de gramática, de primeras letras, estaban muy restringidos según personas, localidad y recursos económicos.
LAS JUNTAS VECINALES DE LAS ALDEAS:
La tradición jurídica popular.
Las comunidades rurales estaban organizadas políticamente mediante las juntas vecinales o concejos. Estas instituciones populares ejercían su actividad política mediante procesos de elección directa y según sus propios procedimientos (convocatoria, lugar de reunión, asistencia, debates, votaciones, acuerdos, sanciones…). Fruto de este continuado proceso político es el llamado derecho consuetudinario, que comprende la aprobación de las ordenanzas concejiles, facedeiras, searas, metrología tradicional y demás . Derecho consuetudinario donde predominaba la cultura oral (lenguas tradicionales), iletrada (desconocimiento del castellano escrito) y simbólica (varas de medir y contabilizar).
Las comunidades rurales bercianas reforzaban su identidad colectiva mediante la fijación de su propia simbología . Así destacamos el propio territorio, claramente delimitado con marcos o lindeiros, la iglesia parroquial o las romerías que fortalecían sus vínculos religiosos, los pendones concejiles, o la comentada organización institucional propia de las juntas vecinales.
También se trataba de organizar el trabajo comunitario mediante la explotación de los bienes colectivos . En este contexto se incluian los montes de man en común, las facedeiras (reparación de infraestructuras como puentes, caminos…), los bienes públicos (arrrendamientos de brañas, tabernas, carnicerías, quendas en muíños, fornos…), las searas o las bouzas (quemas, aradas y reparto en suertes de las tierras de labor), las veceiras y las ceibas (pastoreo en común del ganado mayor y menor), fijación del calendario agrícola (cavas, sementeira, segas, carraxes de froitos, mallas, coutos, magostos…), etcétera.
BIBLIOGRAFÍA:
- José Antonio Balboa de Paz (2012): “Prácticas religiosas y creencias en el valle del Cúa (según la visita del Obispo Bermúdez de 1735)”, en revista Bierzo.
- Vicente Fernández Vázquez (2001): “Arquitectura religiosa en El Bierzo” (s. XVI-XVIII).
- Pilar Sáenz de Tejada Fernández (1994): “Una villa del Barroco: Ponferrada en el siglo XVII”.
- Pegerto Saavedra (1994): “La vida cotidiana en la Galicia del Antiguo Régimen”.
- Olivier Soto (2008): “Religión y viejas creencias en El Bierzo oeste del siglo XVIII: El conflicto y los intercambios”, en revista Bierzo.
O Bierzo, outubro de 2012 .
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