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LA SIERRA DE GISTREDO

TESOROS NATURALES DEL BIERZO
LA SIERRA DE GISTREDO


El Bierzo Alto no es tan sólo una Comarca en cuyas entrañas se atesora una buena cantidad de carbón mineral sino que puede presumir con razón de poseer un área dotada de extraordinaria belleza natural, fruto debido en una parte apreciable a contener en su seno dos valles fundamentales: el del Sil y el del Boeza. Estos ríos constituyen la columna vertebral que conforma todo el territorio y sus aprovechamientos son de capital importancia.
Aunque existen restos y vestigios bastante antiguos, cabe destacar que el actual poblamiento del Valle del Boeza deriva del proceso de repoblación medieval, entre los siglos IX y XI. El origen de la mayoría de las zonas habitadas en el presente hay que buscarlo en los tres siglos reseñados, empezando por Bembibre como uno de los ejemplos más señeros.
Los accesos a la Sierra de Gistredo, de dificultad media en general, son variados. Así, a la cumbre del Catoute se asciende por dos rutas diferentes: partiendo de Salentinos o desde Colinas del Campo de Martín Moro (Toledano), siendo este itinerario el más sencillo. Al pico Tamarón puede accederse también iniciando la subida por Colinas, Salientes o por la vertiente norte. Finalmente, al Nevadín lo más socorrido es allegarse a él tomando como inicio las Brañas de Cabrito, en Rabanal de Arriba, lugar más bien cercano a Villablino.
La Sierra de Gistredo- cuyas cumbres más relevantes son el Catoute, Valdeiglesias, Tamarón y Nevadín- se constituye como el macizo montañoso cuya naturaleza silícea o silicícola es la más destacada entre los Montes de León. Las cualidades y composición de las rocas repercute directamente en la formación del suelo. Éste es determinante transcendental en el tipo de suelo del contorno: por ello, las plantas que se establecen y colonizan este espacio son típicas de suelos con poca profundidad y escasa riqueza mineral. Las plantas, pues, han sufrido un proceso de adaptación al clima y, más que nada, al suelo pobre y poco fértil.
Como curiosidad etimológica, entra dentro de los cálculos que la denominación “Gistredo” pudiera relacionarse con la gistra, planta aromática que abunda en algunos rincones y que sirve para elaborar licores.
Además del tipo y caracteres del suelo, la vegetación (en cuanto a su diversidad y cantidad) depende de la actividad humana y la presión a la que se ha visto sometido todo el ecosistema. En este sentido, el manejo del ganado tradicionalmente y el abuso del fuego para “regenerar” pastos han hecho que las masas boscosas sean bastante discontinuas e irregulares en su distribución.
DESCRIPCIÓN DE RUTAS PAISAJÍSTICAS:
Seguidamente es imprescindible referirse a dos recorridos hacia el Gistredo “con mucho encanto”:
-Estabeciendo como punto de partida Páramo del Sil, enseguida se cruza el puente que se ubica a la derecha, remontando la cuesta que llega al final del pueblo. Es aquí el punto donde nos podemos encaminar por un camino o pista forestal que va rumbo a Primout. En los primeros momentos contemplamos una vegetación a base de pinos de repoblación, brezos y alguna mancha de robles y abedules. Andados unos 3 kms. observamos el llamado “Cabano de Ulises”, refugio que está disponible totalmente al público. Tomando como referencia esta muestra etnográfica, debemos continuar por una cuesta de otros 3 kms. hasta alcanzar la cota de 1.462 metros de altitud. Desde este hito caminamos en descenso hasta arribar a Primout. Es conveniente pararse a contemplar el precioso y acogedor Valle del río Pimout, mirando las ruinas de este pueblo ya abandonado. En esta antigua localidad, tenemos que proseguir por un camino que empieza en el cementerio. En este trecho, conforme se va avanzando, los encantos surgen por doquier: parajes de verde con robles y praderíos al lado del río Primout. Al final de la senda existe una pasarela artesanal sobre el río que hace falta atravesar para acceder a Pardamaza, rebasando una pequeña subida, para encontrarnos ya en esta localidad. Las vistas del entorno son formidables. Ya a punto de abandonar Pardamaza, en su misma salida hay que girar hacia la izquierda, por donde se dirige una pista hasta Gistredo. Esto nos permite apreciar el río Pardamaza y varias repoblaciones de pinos, todo ello hasta toparnos con una encrucijada con tres direcciones, una de las cuales indica con un rótulo la ascensión al vértice geodésico o punto de mayor centralidad de Gistredo (1.735 m.). Desde esta privilegiada situación se avista una buena parte de la Comarca del Bierzo. Y, desde aquí, el descenso nos orienta irremediablemente por una ruta de pistas forestales al destino final: Villar de las Traviesas.
-Colinas y el Catoute:
Colinas es el lugar del reinado de la belleza y conserva trazos de una cultura prácticamente extinguida. El pueblo se asienta en un valle que está circundado por las montañas de la Sierra de Gistredo, comprendidas entre las altas cumbres de Arcos de Agua y del Pico Catoute.
El entorno anima a practicar los deportes de montaña, así como los vuelos en ala-delta, lo cual es bien sabido por los amantes de estos vuelos que se concentran regularmente en esta Sierra
.


FLORA Y FAUNA:

La naturaleza de la Sierra de Gistredo es viva y triunfante, a pesar de las desfavorables condiciones, y está más evidenciada su pujanza en las praderas, bosques y campos de cultivo. Durante todo el año, se escucha la música de los numerosos manantiales, arroyos y fuentes que corren alegremente al encuentro del río Boeza.
La Sierra puede resumir de ser como un paraje que, de vez en cuando, se muestra como un tapiz de manchas de abedul y acebo, de robles y serbales y, además, con algunas no muy numerosas muestras de tejos, avellanos, grosellas y arándanos silvestres. En ciertos sitios bien localizados se ven flores y plantas silvestres que forman un armonioso conjunto que cumple con las exigencias hasta de los más exquisitos.
Dicho de otro modo, en un paisaje poco feraz, se da una buena representación de matas de abedul al cobijo y protección de recónditos vallejos y que ha escapado de la destrucción derivada de los incendios y una destacada evidencia de robledales que van habitando comúnmente las zonas más bajas. En las cimas y en las laderas de las montañas de más altura se divisan comunidades de matorral donde es poderoso el enebro rastrero, con extensiones a resaltar de brecina, una especie de poco volumen y porte y mínimos requerimientos ambientales, con la compañía en ocasiones de arándanos- el común y el negro- en sus cercanías, lo que supone una reserva como fuente de alimentación vital para muchas especies, entre ellas, el oso pardo.
Otros mamíferos que se pueden observar en esta Sierra son el rebeco (limitado ya su hábitat a las partes superiores de los pastizale)s y la liebre de piornal, que fue catalogada por primera vez en estas montañas. La comunidad de aves no es demasiado amplia, aunque aquí se alberguen algunas especies interesantes a proteger o, incluso, en una situación de supervivencia global delicada como la perdiz pardilla, el roquero rojo o el águila real, amenazadas
 de desaparición.


La bella imagen del Catoute nevado


Las rutas de senderismo son uno de los principales reclamos del turismo de la zona



El Catoute (2117 metros) El Catoute, es el pico más alto del Bierzo.

EL BELÉN DEL CATOUTE


Era allá por los comienzo de la década de los setenta cuando, debido a la unidad e impulso solidario de unos esforzados amantes del Gistredo, se decidió empezar a desarrollar el deporte de montaña en los entornos, primero, y más allá de los confines del Bierzo, finalmente.
El verano de 1970 fue clave y transcendental pues, después de llevar a cabo varias actividades y reuniones informales, se tomó la decisión de constituir la “Peña de Montañeros Gistredo”, aprobándose a continuación sus Estatutos en fecha de 10 de octubre de 1.970. En esas mismas Navidades se propuso y consiguió instalar el primer nacimiento en el pico más emblemático, visible y evocador del Bierzo Alto: el Catoute. En esta mole, a 2.117 metros de altitud, unos pocos dispusieron figuras y demás aditamentos para montar el Belén más “alto” en un radio de muchos kilómetros. Bastantes se excusaron justificadamente por imposibilidad, como el cumplimiento del servicio militar.
En este primer año se estableció que la expedición se completaría en dos jornadas: en la inicial se llegaría a Montes de la Ermita (localidad hoy en día totalmente deshabitada) y el último se dedicaría para ascender al Catoute y retornar a última hora a Bembibre, con la misión cumplida. Resulta ocioso decir que, en la época navideña, la ascensión es penosa, con escollos superables como la capa de nieve y, ante todo, la poca preparación de medios y personal que, pronto, sería subsanada.
A la 18ª cita (1.987) hay que reseñar un suceso luctuoso: el vicepresidente del Club Montañero fallece en un desgraciado accidente laboral, por lo cual todos ofrecen a su persona el nacimiento.
Clave, en años posteriores, fue el arreglo y mejora de la carretera de Igüeña y, seguidamente, hasta Colinas pues así se logró que la actividad navideña se pudiese complementar en un solo día.
A lo largo de los años, el Belén fue ganando en conocimiento y tradición, lo cual provocó que, en ciertas ocasiones, los montañeros de Villablino se sumaran al acto, confluyendo en el Catoute desde la zona de Salentinos, en dirección Sur los de Laciana y desde Colinas, más bien en direccion Este, los bercianos. Como nota a relatar de buena vecindad, es la proyección de la costumbre berciano-lacianiega hacia la región gallega, siendo prueba de ello el interés que, en los últimos tiempos, ha mostrado la Agrupación “Peña Trevinca” de Vigo hacia este evento anual.

Articulo realizado por el profesor MARCELINO B. TABOADA
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Montes de Valdueza el eco de los monjes

Pueblos Cuna del Bierzo: Montes de Valdueza, el eco de los monjes

Escrito por Infobierzo   
miércoles, 24 de diciembre de 2008

Segunda entrega de los Pueblos Cuna del Bierzo que promueve Infobierzo.com. Después del exitoso "Ferradillo" de Francisco Arias (I.E.B), nos acercamos a Montes del Valdueza, ésta vez de la mano del profesor Marcelino Taboada

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El Monasterio, un auténtico ventanal a los Aquilanos

Montes de Valdueza; en esta ocasión todavía lugar habitado, y cargado además del misticismo que otorga la colosal fachada del entorno natural del Valle del Oza, en su vertiente más próxima a los Montes Aquilanos.
Con todo, sin duda el monasterio medieval confiere ese carácter atemporal a la pequeña aldea. Una joya apunto de sucumbir tras 14 siglos, y que no acaba de encontrar consenso entre las administraciones para su puesta en valor, aunque propuestas no faltan, ya sea como hospedería o como Centro de Interpretación de la Tebaida.


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Las calles de Montes no son más que prolongaciones de ese gigantesco monumento, es más para la entrada misma a la aldea se debe atravesar el corredor entre los grandes muros del edificio y las huertas monásticas, y de la misma manera nos adentramos en este enclave para conocer la fundación del Monasterio, los vestigios de castros prerromanos, la historia de la Quintería de Montes, y algunas más cercanas como el robo en 2007 de la Lápida Fundacional de la Ermita. Tendrán cabida, como no, leyendas como La Sierpe Rupiana, una gigantesca culebra cuya cacería se refleja en algunos motivos del propio monasterio, o la trascendencia de la Virgen de la Aquiana.

 

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los accesos a Montes son precarios

Este pequeño y encantador pueblo de la Cuenca del Oza se encuentra enclavado en uno de los entornos más bellos de España: los Montes Aquilianos. Dichos montes alcanzan, como altura máxima, en el Pico denomimado “La Aquiana” nada menos que los 1.848 m. Este elemento natural desempeña un papel de protección de la localidad de Montes de Valdueza y su valle, por el cual discurren varios regatos o afluentes del Oza.
Asimismo, el pueblo de Montes se sitúa en un altozano donde las casas serranas  típicas están orientadas al mediodía y encima del Monasterio de San Pedro de Montes, de importancia extraordinaria.

Al fondo de un camino que, iniciándose en Montes desciende hasta el río Oza, hay que destacar la existencia de una ermita, reconstruida en 1723, sobre otra anterior del S. X que, a su vez, ocupa el lugar de otra  más antigua edificada en el S. VII por Saturnino, un discípulo de S. Valerio. Esta construcción tiene un mérito relativo en cuanto a valor artístico pero es mayor el sentimental: en su postrera reconstrucción se emplearon materiales provenientes de los restos de las anteriores, transformándola en una reseñable reliquia visigótica. Entre los elementos de las ruinas, sobresalen los utilizados en la apertura de una ventana sobre el dintel de la puerta y una loseta epigráfica con una cruz griega esculpida con “el alfa y el omega”, varias inscripciones que hacen referencia al proceso de construcción de la ermita y otros pequeños detalles.
Por otra parte, es conveniente observar en la ermita de la Santa Cruz de Montes algunos relieves visigóticos y mozárabes datados del S. X.


Un lugar, de leyenda

Existe una leyenda que conocen todos los lugareños de Montes, transmitida por vía oral y que lleva por título “El mito de la Sierpe rupiana”. En resumen, la historia es como sigue:
En la parte inferior a la antedicha ermita de Santa Cruz, en una enorme cueva, se cobijaba un fabuloso reptil con forma de serpiente, al fondo del precipicio y junto al río. Tan larga era que, cuando su cabeza llegaba a la ermita, aún su cola se encontraba totalmente en el interior de su madriguera.
Como su base alimenticia se constituía, entre otros manjares, de personas y ganado y, escaseando este último, el horrible monstruo se vio obligado a satisfacer su apetito con presas, que eran los monjes cenobitas del cercano Monasterio de San Pedro.
Fue llamado con urgencia S. Fructuoso que, después de meditar largamente, urdió un plan para desembarazarse de la Sierpe: se trataba de emborrachar o drogar al poderoso animal para acabar con él y sus tropelías. Le dio a comer un gigantesco pan de harina de castañas elaborado y trabajado por los monjes, eso sí aderezado con un brebaje-mezcla de esencia de tejo y apio.
Una vez adormilada y anestesiada la Sierpe, después de su feroz banquete, se le clavó en su único ojo un madero muy grueso de castaño, que se había afilado a conciencia para la  ocasión y calentado hasta estar a punto de arder.
Al despertar el temible reptil, emitió tales y tan potentes silbidos y coletazos que se oían por todo el Valdueza e, incluso, más allá.  Al final, pasados varios días, cayó la bestia llena de dolor y con su cerebro abrasado.

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el Monasterio contaba con tres plantas

A este episodio hace alusión una representación en la parte superior de la ermita de Santa Cruz.
El pueblo de Montes nació entorno al Monasterio de San Pedro de Montes, fundado por S. Fructuoso en el S. VII, ubicado en este lugar, el cual pertenecía “administrativamente” a la Quintería de Montes.
En un cerro, justo enfrente y cercano, en su ladera se conservan unos pocos vestigios de un castro (probablemente prerromano), que en algún momento estuvo habitado.

Tampoco se puede olvidar como exponente etnográfico la antigua Herrería de Montes.
Como hecho relevante y actual, se debe recordar que, en febrero de 2007, fue robada por unos desalmados la lápida fundacional de la Ermita de Sta. Cruz, que contenía unos relieves prerrománicos en su frontispicio y que eran una señal de identidad del monumento. Esta lápida databa del año 905.

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patio del monasterio

El Monasterio de San Pedro de Montes

Fundado en el S. VII por S. Fructuoso y su discípulo Valerio fue abandonado ante el peligro y consolidación de la expansión musulmana para, rehabilitarse más tarde, en el año 899 por S. Genadio. Sin embargo, con la desamortización de Mendizábal se dejó definitivamente desocupado. En la actualidad, la visita a girar por el Monasterio supone un completo itinerario por diferentes estilos y épocas: la prerrománica, patente en los capiteles conservados, el románico de la torre y las ruinas del Claustro- así como la fachada de la Iglesia que se revela del S. XVII.
El estilo del Monasterio es, fundamentalmente, hispano-visigótico. Fue reconocido y declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) en  1.931.

 

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Por las tierras del Oza, si queremos trasladarnos al mundo medieval en el Valle del Silencio, nos parece escuchar aún los rezos y cánticos de los santos Valerio, Fructuoso y Genadio, que nos envuelven en una atmósfera de paz.   
En Montes de Valdueza, cuando nos sentimos más cerca del cielo, el Monasterio de San Pedro nos ofrece una estampa impresionante, a pesar de su casi irreparable ruina.

Su origen es, como ya se ha señalado, del S. VII. Los avatares históricos más relevantes por los que pasó son los siguientes:
-A finales del S. IX lo reconstruye S. Genadio, consagrando la iglesia anexa en el año 919. Con el devenir del S. XI, Montes se convierte en un acaudalado cenobio con vastas posesiones en el Valle de Valdueza, amén de en otros territorios: Bierzo, Cabrera, Valdeorras,... Es entonces, ya en el ámbito benedictino, cuando se restaura nuevamente todo el edificio y los trabajos duran unos cuantos años, prosiguiendo en tiempos de don Munio (1.165-1.169).
Después de la crisis global que padecen las órdenes monásticas en la Baja Edad Media, se integra en la congregación benedictina de Valladolid. Aproximadamente, a finales del S. XVI se finaliza el perímetro de la cerca monástica y, de forma lenta, se van ampliando las zonas aprovechables hasta acabar con la exclaustración.
A mediados del S. XIX sufre un pavoroso incendio que da “el toque de gracia” al edificio que ya estaba abandonado.
La iglesia, actualmente lo único en buen estado, mantiene estructuralmente la base románica, si bien con añadidos visibles del S. XVIII. La planta es de tipo basilical, con tres naves rematadas por un arco de bóveda de cañón.
El templo dispone de dos portadas, una occidental y otra meridional. La principal es la de los pies, de 1.756, encajada entre la torre y el claustro.
La torre, a los pies del evangelio, está cubierta por un chapitel de pizarra y, en su cuerpo más elevado, perforado por aberturas o ventanas, donde se conservan algunes capiteles visigodos.
En el interior del templo se guardan varios retablos , con imágenes dedicadas a S. Genadio, S. Pedro y S. Benito, del mismo modo que una Virgen de la Güina del S. XIII que, a la par que la de Villanueva de Valdueza, asciende cada primer domingo de julio a la ermita de la Güina. Ambas procesiones-romerías son muy concurridas y se pugna por llevar a hombros la imagen por las empinadas cuestas.

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      Las visitas guiadas conforman un atractivo turístico para el pueblo. Detalle de una pila de ungüentos, una de las piezas más antiguas que se conservan en el Monasterio

Al costado meridional de la iglesia se hallan los restos del monasterio, que tiene una superficie rectangular de 60 por 44 metros. Se conserva, por decir algo, parte del llamado “Claustro de los arcos”: espacio pequeño, dotado con cuatro arcos de medio punto como frente soibre columnas prismáticas rectangulares, así como un segundo claustro o patio al Este, algo mayor de dimensiones y con galerías cerradas y rodeado con edificaciones, bajo las cuales se hallan sótanos abovedados y en varios pisos.
En el extremo oriental del muro o pared Norte se apoya un arco que desempeñaba la función de acueducto para uso del monasterio, abasteciéndose del agua procedente de una fuente, conocida como “Los Chanos” al lado del pueblo.


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el afamado magosto de Montes

Los restos en la actualidad

Excepto la iglesia, de la integridad del Monasterio sólo se aprecian ruinas. Totalmente ignorado durante décadas, se fueron usurpando las dependencias monacales para cultivos de huerta. Sufrió múltiples y variados expolios.
A finales del S. XX, un sujeto impostor diciendo ser sacerdote realizó con la mayor impunidad un robo sacrílego de piezas, de las que nunca se supo más. 
En 1.999 el arquitecto Eloy Algorri efectúa para la Junta la elaboración de un Plan Director para la restauración del Monasterio de Montes. Él mismo dirige la primera fase de la rehabilitación, que se compone simplemente de un desescombro de las distintas dependencias (hallándose elementos ocultos como unas letrinas), de un aterrazamiento del patio oriental y de la recuperación de la rampa de acceso a la bodega desde el exterior. Se sacan a    
 la luz, asimismo, las escaleras del claustro reglar, una conducción de abastecimiento de agua que discurre por el interior de los muros del ala occidental y la disposición de la cocina monacal y un aljibe. Fue necesario derribar la casa rectoral edificada en el S. XIX aprovechando como soporte dos de sus tres ábsides. Como complemento, se procedió a una limpieza de absoluta urgencia y a una cata o prospección arqueológica que destapó varias tumbas cuyos enterramientos se creen del S. XI.
Recientemente, se ha prometido una partida de 200.000 € para renovar la cubierta principal de la iglesia, muy afectada por filtraciones y goteras.
La nueva Junta Vecinal ha llevado a cabo algunas actuaciones de urgencia como la consolidación y refuerzo del muro perimetral, la habilitación de la Fuente de los Monjes para consumo humano y pretende, con los permisos pertinentes, talar los viejos nogales que están debilitando la resistencia y estructura del Monasterio, a la espera de la decisión de acometer una obra costosa de restauración integral y de puesta en valor turístico y cultural, tal como ya sucedió con el Monasterio de Sta. Mª de Carracedo.

La Senda de los Monjes

Muy cerca o partiendo de Peñalba se encuentra el Valle del Silencio y la Cueva de S. Genadio, lugar predilecto del santo para cuando necesitaba períodos de descanso, soledad y reflexión. Es un relativamente corto recorrido en dirección a los farallones calizos que parecen contener el Valle. Puede aventurarse cualquiera en un paseo hasta la Cueva del Monje, sobre el Valle del río Silencio, donde se cuenta que vivió largas temporadas como anacoreta. El único indicio de la existencia de este lugar donde se recluía S. Genadio es una simple verja. Es ideal esta ruta senderista pues las vistas que se van oteando y surgiendo son magníficas.
La Senda de los Monjes se encuentra, a día de hoy, en un estado lamentable. Después de haberse habilitado e “inaugurado” su trazado hace dos años, son habituales los “desprendimientos” desde la carretera, lo que constituye un peligro evidente. Además, al comienzo de esta senda podemos ir encontrando piezas de desguace de automóviles, carrocerías de vehículos, bidones de aceites y lubricantes, señales de tráfico arrancadas por el vandalismo,...
Como acceso quizá más conveniente al Sendero de los Monjes, por razones ecológicas y medioambientales, hay que referirse al que empieza una vez llegados a S. Clemente de Valdueza, desde donde parte un camino ancestral que, cruzando la carretera y siguiendo por el desvío a la derecha, permite que nos topemos con una pendiente bastante dificultosa en la que todavía se pueden adivinar marcas y señales de carros. Más adelante, la trayectoria del sendero coincide con el cruce de un canal romano, el cual hay que tomar para alcanzar ya el Sendero de la Tebaida Berciana. El discurrir del canal llega a su término, aproximadamente, en Montes de Valdueza.

El Campo de las Danzas


A partir del Alto de S. Esteban, y recorriendo los falsos llanos hasta avistar Villanueva de Valdueza, se ha de continuar por un calamitoso camino en sus últimos tramos: en concreto, sólo se salva medianamente el trecho hasta la gran explanada donde se dispuso la instalación del área recreativa. Del Campo de las Danzas hasta la culminación del Puerto del Vallenón, un kilómetro, el desnivel es casi infernal.

El Campo de las Danzas siempre tuvo un papel crucial como vía de intercomunicación entre La Cabrera y El Bierzo (Ponferrada). La Junta tiene elaborado un estudio sobre las posibilidades de abrir un vial moderno entre La Cabrera y El Bierzo, que uniría Santalavilla con Montes, a través del Campo de las Danzas. Los obstáculos orográficos son patentes: sobre todo por la vertiente cabreiresa, el relieve es escarpado y penoso y, por otra parte, se ha de producir la conexión por un paso (Puerto) a 1.600 metros de altitud. Sin embargo, esta infraestructura es primordial e irrenunciable.

Cerca del pico ya citado de la Aquiana se ubica el Campo de las Danzas, un Collado custodiado por montañas, donde varios investigadores entienden que los astures celebraban unos ritos matriarcales de culto y exaltación de la fertilidad. La tradición habla de que , a la luz de grandes hogueras y en los plenilunios, las mujeres astures danzaban imprecando a sus dioses protección a sus maridos para que aumentaran su potencia sexual y, así,  conseguir incrementar su fecundidad. Otros estudiosos incluso relacionan estos rituales con la brujería.

Esta montaña tiene una escasa vegetación, si bien abundan plantas aromáticas y medicinales en algunos rincones.

 

La Virgen de la Guiana o Aquiana


La Guiana es un centro histórico de ardor y fervor religioso muy notable. Más arriba del Campo de las Danzas aún se mantienen restos de lo que otrora era una antigua ermita de gran devoción. Está esta Virgen mencionada en la Leyenda de “Las 7 hermanas vírgenes del Bierzo”, desempeñando un papel fundamental.

Esta montaña siempre tuvo un halo mágico y sagrado y en su culmen se conservan sólo unos vestigios de una ermita, medio arruinada, que acoge en su seno a una virgen, a la vez de San Pedro de Montes y Villanueva de Valdueza. El simbolismo de la montaña de La Aquiana es muy fuerte: todo en relación con los ciclos estacionales del año agrícola. El término derivaría, según dos soluciones alternativas, de “águila” o de “guía”.

La Virgen es venerada y alabada con un especial cariño devocional. Cuentan las leyendas que fue encontrada por unos pastores ocasionalmente. Éstos descendieron con la imagen hasta el Monasterio de S. Pedro de Montes para mostrarla ante los monjes. María Santísima retornaba al lugar de su hallazgo en tantas ocasiones como las veces en que era bajada a Montes. Entonces, se adoptó la determinación de construirle una ermita para que permaneciera en el lugar que deseaba.

Los vecinos de la zona intentaron reconstruir la ermita- y creo que lo hicieron- pero sus piedras fueron empleadas, posteriormente, para habilitar una caseta para luchar contra los incendios.

Es tal el fervor y pasión religiosa que todavía despierta la Virgen de la Guiana o la Aquiana- el nombre es lo de menos- que se sigue subiendo hasta la cima sagrada llevando orgullosos sobre sus hombros los romeros dos veces al año, en primavera y en otoño, a su veneradísima patrona hasta su ermita.

Debajo mismo de la Aquiana o Guiana se encuentran “Los Doce Apóstoles” pues, con una dosis de imaginación, se pueden entrever las figuras de los Doce discípulos de Jesucristo, con bastante semejanza a las reales.


          
          Marcelino B. Taboada

-Imágenes Infobierzo.com (excepto 2 y 3, aportadas por Marcelino Taboada)

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La jota de Bembibre

Concierto del la Polifonica Bembibrense y Solera Berciana



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El Archivo de la Catedral conserva más de 200 códices únicos en el mundo

El Archivo de la Catedral conserva más de 200 códices únicos en el mundo

Cientos de documentos de la Casa de la Canóniga describen la historia y las anécdotas sobre las que se forjó el Viejo Reino. Entre ellos destaca el Documento del Rey Silo, el diploma real más antiguo de España.

Diario de León.

El Archivo de la Catedral conserva más de 200 códices únicos en el mundo

Hay un territorio de la historia de España que no puede entenderse sin algunos de los documentos que atesora la Catedral de León, más de 50.000 fondos que han sido defendidos y compilados durante once siglos por archiveros que, como subraya el actual responsable, Manuel Pérez Recio, «resumieron desde el siglo XII al XV, en apretadas páginas de pergamino o papel, otros tantos cartularios que describen los documentos más importantes existentes en el archivo».

Tal vez sea la Nodicia de kesos -acta notarial del romance español- el documento más conocido de cuantos se acogen a sagrado en la plaza de Regla, pero la conocida como Casa de la Canóniga alberga legajos por los que cualquier archivo o biblioteca del mundo vendería su alma. Es el caso del documento del rey Silo (año 775).

Su valor reside en que se trata del primer diploma original y auténtico de la diplomática española y certifica la donación de varias propiedades del monarca a los religiosos en un lugar llamado Lucis.

Además, la Pulchra atesora 88 códices únicos y uno de los 20 más importantes del mundo. Es el caso del Palimpsesto, en el que se «superponen» la Lex Romana Wisigothorum -recoge el Derecho romano vigente en el reino visigodo de Tolosa y fue elaborado durante el reinado de Alarico II (487-507 dC)- , textos de la Biblia (VII) y la traducción latina de la Historia Eclesiástica de Eusebio.

La historiadora Margarita Torres destaca que uno de los documentos más singulares de cuantos alberga la Catedral es el catalogado bajo el número 508. Del año 985, recuerda una de las muchas rebeliones nobiliarias contra Vermudo II, todas ellas con el apoyo de Almanzor. Ésta en concreto se relaciona con los hechos que la leyenda atribuye a la defensa del conde Guillén de la capital. En el Libro de las Estampas se ilustra la historia extraordinaria de la condesa doña Sancha Muñiz. Hija de un rebelde a la corona, tuvo tres maridos y fundó el monasterio de San Antolín. Gran benefactora de la Catedral, fue asesinada por su propio sobrino, Nuño, para hacerse con la herencia. Precisamente, éste es el momento que recoge la miniatura final del libro.

Al año 1012 pertenece uno de los documentos más valiosos desde el punto de vista histórico. Se trata del que narra la rebelión y guerra civil sofocada por Alfonso V pocos años antes de conceder el Fuero de León, que supuso el punto y final jurídico de los «desmanes» de la nobleza feudal.

Otros dos diplomas nos hablan de la fundación de sendas iglesias erigidas por reyes: San Claudio y San Marcelo. El primero de ellos, del año 954, describe la refundación de San Claudio por parte de Ordoño III ya que, según asegura el documento, se encontraba en ruinas por culpa del abandono y de los moros. Al año 963 pertenece el que certifica la fundación que hace Sancho I de San Marcelo «en un suburbio de León».

Por último, una curiosidad del año 1007: dos judíos venden bienes en Trobajo, en las mismas condiciones que lo harían los cristianos., una muestra de que en el Reino de León se gobernaba con generosidad.

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Carta de 1914 de D. Julio Lazurtegui

Una nueva Vizcaya corregida y aumentada en el Noroeste de España
Julio de Lazúrtegui


Tambien se puede descargar de la Fundacion
Fundación Saber.es

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Mapa de la antigua provincia del BIERZO

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Congosto y los mares del sur

Congosto y los mares del sur
Por Juan Carlos García Palacio.
Actualizado el 18/10/2008 a las 17:57(CET)
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El Decantador
En agosto, paseando por Londres, mientras cruzaba el Támesis por el puente de Westminster, me detuve a contemplar las aguas surcadas por los numerosos barcos que recorren su cauce transportando viajeros en un recorrido turístico que muestra la ciudad asomada a sus orillas.
 
Fue en ese contexto de mi primera visita al Reino Unido donde, llevado por las brisas de la Historia, vino a mi mente el nombre de James Cook. El capitán Cook realizó numerosas aportaciones a la náutica, y es sobre todo conocido por haber tomado posesión de Australia para su patria.
 
De inmediato y con más intensidad, un nombre se impuso, “D. Álvaro de Mendaña”, y un topónimo, “Congosto”. En aquellos momentos para mí El Bierzo envolvió la atmósfera londinense. Pensaba que James había conseguido sus éxitos gracias, entre otros, a los descubrimientos que los navegantes españoles plasmaron en las cartas de navegación, y uno de ellos era precisamente don Álvaro.
 
Se podrá preguntar el lector qué motiva rememorar en esta carta al ilustre congosteño entre todos los navegantes, incluso de mayor relevancia. Hay entonces que significar una cercanía emocional al Bierzo, confluyendo además mi enorme curiosidad desde la adolescencia por el entonces llamado “lago español”, es decir, el Pacífico, y además una referencia suscitadora que ahora paso a describir.
 
Leyendo un reportaje en una edición digital pasada de la revista “Viajar”, escrito por don Álvaro Ibarrola, me impactó mucho su narración de cómo en un viaje suyo a Las Marquesas, llegó a la de Hiva-Oa, y en su encuentro con el por entonces alcalde, Guy Rauzy, escribió: 
“(…) Cuando me presenté ante él no me reconoció. Y es que habían transcurrido siete largos años desde que nos conocimos. Pero sabía que diciéndole “¡Viva Congosto, viva el botillo!”, este santo y seña resultaría infalible. Sonríó y preguntó por los amigos que tiene en nuestro país (…)”.
 
Que desde tan lejos, en tan apartado lugar, Congosto suscite emoción tan sentida y sea conocido, es algo que muchos pueblos de España pueden envidiar, y desde luego para cualquier español es algo impresionante.
 
También refiere don Álvaro de Ibarrola que el Alcalde de Tahuata se emocionó muchísimo con el grito berciano. Ambos habían estado en Congosto en 1995 cuando se inauguró el monumento a Mendaña.
 
Es manifiesto que Congosto proclama con mucho orgullo que uno de sus hijos, además de escribir una página en la Historia, haya proyectado internacionalmente al pueblo.
 
Dejando correr la imaginación, pienso en un Álvaro niño subiendo muchas veces al alto de la Peña, junto a la por entonces ermita, observado admirado el horizonte y preguntándose qué había más allá de las montañas. Si don Álvaro de Mendaña hubiese nacido hoy en día, con su inquietud, con su imaginación e impulso hubiese reflexionado desde el Santuario, mezclando en el cielo berciano la montaña y las aguas de lo que hoy es el mar más próximo formado por las aguas del Embalse de Bárcena: el mar berciano.
 
Antes, como ahora, un denominador común del mérito es llegar antes, abrir camino, descubrir. Congosto seguirá dando al mundo mentes inquietas necesitadas de tocar horizontes; habrá quien aluda al tantas veces mencionado “no hay nada nuevo bajo el Sol”, pero deberá hacerlo sabiendo que dicho proverbio añade: “pero hay mucho viejo por descubrir”.
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Ferradillo - (la Rusia del Bierzo )

Ferradillo
BZR: San Bartolín.
Actualizado el 08/10/2008 a las 01:06(CET)
El pueblo de Ferradillo se sitúa en la Comarca de El Bierzo, en el Noroeste de la provincia de León, en la actualidad pertenece al Ayuntamiento de Priaranza del Bierzo y está abandonado desde el año 1976, se sitúa en las coordenadas: latitud: 42º 27’ 50” N, longitud: 6º 29’ 27” O, estando la base de la iglesia situada a una altitud en torno a los 1.217 msnm.

Está asentada sobre la cara noreste de unos crestones rocosos dolomíticos que se conocen a nivel global y popular como las Peñas de Ferradillo, que están compartidas desde la óptica de la gestión administrativa, entre los municipios de Ferradillo, Paradela de Muces, Pombriego y Voces.

Las Peñas de Ferradillo, a modo de un enorme casco emergente de un barco a la deriva que navega flotando sobre los terrenos silíceos circundantes, constituyen una isla mineral abrazada entre los ríos Sil y Cabrera. Son el único recuerdo que nos queda del borde costero marino del macrocontinente desfragmentado de Gondwana. Los pueblos abandonados de Ferradillo, Santa Lucía y San Adrián de Valdueza las acompañan a modo de delfines que siguen al oleaje de éste barco imaginario, aunque estos crestones rocosos no admiten por largo tiempo huéspedes humanos, ya que todos estos pueblos fueron abandonados a finales del siglo pasado.

ETIMOLOGÍA

Nódulos de hierro que se obtienen en algunas zonas de las Peñas de Ferradillo al descomponerse las calizasFerradillo -siguiendo la etimología del libro “Pueblos y Ríos Bercianos” de D. Jesús García y García-, está documentado desde el siglo XII y según el autor mencionado deriva de ferrum, diminutivo del participio adjetivadoferratum. El significado puede ser doble: Puede tratarse de una metáfora relativa a la forma de embudo (ferrado y ferrada = caldero el forma de tronco de cono, de madera con refuerzos de aros metálicos), o bien puede referirse al reguero, que deriva su nombre por el color ferruginoso de sus aguas.

Bastante menos razonado, que se menciona aquí a modo de anécdota, es el origen del nombre de Ferradillo, el cual me indicaba un vecino del pueblo que derivaba de “Fernandillo”, al parecer, un pastor originario de la localidad que con este nombre diminutivo suponemos que era dueño de la mayoría de las propiedades del pueblo.

Ya con criterios de mayor rigor científico, nos remitimos al
Calicatas cercanas a Ferradillo en busca de mineral de hierrointeresante libro del título: La toponimia de la zona arqueológica de Las Médulas, de Fernando Bello Garnelo, que tras rigurosos estudios y trabajos de campo arroja importantes datos sobre la toponimia de Ferradillo y otros muchos pueblos y lugares del entorno de las primeras estribaciones de los Aquilianos. Indica en autor que Ferradillo y Villavieja anteriormente se llamaban Ferradelo –o Ferradiello, también Farradelo- y Vilavela, por lo que los nombres antiguos fueron desplazados por las formas castellanizadas actuales, diminutivos leoneses que dieron lugar a nombres como Ferradillo, Lombillo, Cubillos, Pradilla.

Probablemente el nombre derive de la existencia de venas de hierro sedimentario en la zona –especialmente hidróxidos de hierro: nódulos de hematites, limonita, goethita-, no debemos olvidar que el coto minero de San Genadio se extiende por Bouzas, Peñalba, San Pedro de Montes, San Adrián de Valdueza, Ferradillo, Paradela de Muces y La Chana, veta mineral que acompaña de cerca al crestón dolomítico de edad ordovícica, por lo que es fácil apreciar calicatas y antiguas explotaciones en San Adrián de Valdueza –minas de Cantagallos- y Santa Lucía, Paradela de Muces –en las inmediaciones del castro de Peña del Hombre y por debajo del pueblo y especialmente en la Mina de hierro de la Chana que aparece documentada desde los primeros siglos de la edad media. Producción de hierro que abastecía a las Ferrerías dependientes del Monasterio de San Pedro de Montes –Compludo, Montes-, y especialmente a la más cercana situada en la localidad de Pombriego, que en todos los casos utilizaban carbón vegetal.

Imagen aérea en la que puede verse el Castillo de CornatelEs muy posible que la actividad minera asociada al castro minero de Orellán -y por tanto ligada a la explotación aurífera de Las Médulas- fuera abastecida por las venas de hierro de este mismo afloramiento de La Chana –Mina Venera-, con lo que la explotación mineral de hierro podría ser muy antigua –época romana-, aunque sólo documentada desde la época medieval –año 1227-.

El nombre parece derivar por tanto de ferrum“hierro”. Os ferreiros es el término alusivo a la profesión de quienes tienen el oficio de trabajar con el hierro, aunque también podría significar “lugar abundante en hierro”.

Otros términos muy cercanos al nombre de Ferradillo y alusivos a la existencia de hierro son: Ferradal –tierra abundante en hierro-, Ferral, Ferraria, Ferreira –mina de hierro-, etc.

ORÍGENES DEL PUEBLO Y ALGUNAS EFEMÉRIDES

Reconstrucción aproximada del Castro de Peña del HombreEl castro conocido mas cercano al pueblo de Ferradillo está situado entre las localidades de Paradela de Muces y Ferradillo, está muy poco documentado y ha sido estudiado de manera aproximativa por Julio Vidal Encinas y Pablo Rodríguez González (arqueólogo Territorial de la Junta de Castilla y León y arqueólogo de SPECUM. Arqueología y Patrimonio, respectivamente) donde establecen provisionalmente, una filiación romana para este castro y asociada con la red hidráulica cercana de abastecimiento a la gran mina de Las Médulas, presenta la singularidad de haber tenido un torreón defensivo y sería muy importante se realizaran estudios de investigación en el mismo y recuperación de algunos de los muros defensivos, así como incluirlo dentro del Espacio Natural de las Médulas junto con el resto de castros asociados en algún momento de su
historia a la gran mina romana.

La denominada Quintería de Montes, tiene mucho que ver con el origen y desarrollo del pueblo de Ferradillo durante la época visigoda, el origen de la Quintería está relacionado con la principal riqueza del entorno de este pueblo: la ganadería.

El Historiador Julio Puyol Alonso en su interesante estudio sobre La Abadía de San Pedro de Montes (1925) –de donde se extraerá en contenido de los próximo párrafos-, indica que los monjes del Monasterio, ofrecieron sus pastos, cotos y montes de la abadía a todos aquellos que se establecieran cerca de cenobio, concediéndoles permisos mas tarde para construir casas y labrar la tierra, los ganaderos y labradores a cambio, debían entregar al Monasterio una quinta parte (el 20%) de los beneficios que obtuvieran. Así nació el pueblo de Montes y por el mismo procedimiento, los de San Adrián y Ferradillo, tomando el nombre de Quintería en base al valor de la renta mencionada.

Según el estudio mencionado sabemos que la población de la Quintería de Montes –formada por los pueblos o comunidades de San Adrián, San Pedro y Ferradillo- tenia 46 vecinos el año 1587 y 56 en el año 1591, lo que indica el lento, pero paulatino crecimiento de estos pueblos.

A los quinteros –vecinos de los pueblos vinculados al acuerdo- no se les facilitó la organización en forma de Concejos, si bien el Monasterio les permitió el desarrollo de Ordenanzas, pero que tenían que ser confirmadas y aprobadas por lo abades. Cada una de las tres comunidades aunque tenían un funcionamiento independiente, para algunas acciones como la distribución de la tierra, delimitación de la zona de pastos y recaudación de los tributos a pagar al monasterio, formaban una sola. Este modo de proceder trae consigo la necesidad de una determinada organización, lo
que se dio en llamar 
Comunidad, pero no recibió la denominación de Concejo por oposición del Monasterio, por tener la condición los residentes de “vaqueros de cabaña alzada”, en base a la movilidad a la llegada del verano del ganado a otros lugares lo que no favorecía el desarrollo del Concejo, aunque finalmente se consiguió desde mediados del siglo XII y reconocido en documento real en 1257, lo que permitió nombrar un Procurador que representaba los intereses del Concejo de la Quintería frente a los abades y se encargaba de cobrar las rentas para el monasterio.

Los sucesivos pleitos y la descuidada administración del Monasterio a partir del siglo XV –debida sobre todo al absentismo de los abades-, hizo que en 1659, el Concejo de la Quintería estaba próximo a la autonomía. A partir de este momento, la producción de pastos y ganado van perdiendo importancia a favor de las patatas y el centeno, primordialmente con destino a la alimentación, pago de rentas forales y teitado de viviendas, lo que supone la práctica desaparición de la Quintería de Montes.

No obstante lo anterior, el pueblo de Ferradillo ya había tenido tiempo suficiente para consolidarse y formar una población estable y autosuficiente. En 1752 disponía de cerca de 500 cabezas de ganado, superando a cualquier otro pueblo de la Quintería. Desde 1752 a 1787, la población de Ferradillo pasó de lo 128 vecinos a tan sólo 39 pero se recuperó en la segunda mitad del siglo XIX, manteniendo una población estable entre los años 1826 a 1845 en torno a 150 vecinos.

La abolición de la Quintería se produjo en 1837, pasando las rentas que se pagaban al convento a manos de ponferradinos –como Valdés- que a través de la desamortización consiguen los mejores terrenos cultivables del cenobio, y las fincas que no se vendieron tras la desamortización, quedaron en poder del Estado que cedió el usufructo a los concejos mediante un canon anual denominado Licencia de Pastos y Aprovechamientos Forestales.

De este modo, el antiguo territorio de la Quintería –que dio lugar al nacimiento de Ferradillo- y que llegó a contar con 541 vecinos en 1920 y fue precursora y símbolo del desarrollo histórico de El Bierzo, expuesto a unas condiciones climáticas muy severas -cotas por encima de los 1000 msnm- situado en el piedemonte lado norte de la cordillera de los Aquilianos, sin apenas posibilidades agrícolas y una penosa comunicación –que perdura hasta nuestros días-, sucumbió al desarrollo de los cambios producidos en la hoya berciana a excepción de San pedro de Montes (que fue favorecida gracias a las comunicaciones que unieron San Esteban de Valdueza con Peñalba de Santiago).

La historia más reciente se describe a continuación. El viaje de Ambrosio de Morales, que fue encargado por el rey D. Felipe II a fin de reconocer el estado de las reliquias de Santos, Sepulcros Reales, Libros y Manuscritos de las Catedrales y Monasterios de los Reinos de León, Galicia y Principado de Asturias, y que se inició a primeros de junio del año 1572, describe su llegada la Bierzo de la siguiente manera:

“El Vierzo, es una región que cae entre Galicia y el Reyno de Leon, y está encerrada entre los dos puertos de Rabanal acia Castilla, y el Cebrero acia Galicia, con buena fertililidad, mediana de pan, y vino, y grande abundancia de toda fruta, y sin que se pueda dudar con razón en ello es el Bergidum de Plinio y de Ptolomeo“.

Visitó Villafranca del Bierzo, El Monasterio de Carracedo, el de San Andrés de Espinareda, Ponferrada, Compludo y el Monasterio de San Pedro de Montes que lo describe en los siguientes términos:

“Monesterio pequeño de la Orden de S. Benito, mas muy insigne por muchas cosas. El sitio es harto notable en la tierra que llaman del Vierzo, a tres leguas de la Villa de Ponferrada: saliendo de ella se va a un lugar llamado S. Lorenzo, meda legua, y otra media a Santistevan, todo poblado e viñas, después la tierra bien abundante: ya de aquí se comienza a caminar por un pequeño Rio arriba llamado Oza, por Valle que hacen de una parte y de otra sierras altísimas. Lo poco llano del Valle son frescuras de todo genero de frutales, y los lados de la montaña de algunas Viñas, Nogales, y Castaños, con algunos Platanos que los hay aquí como en Asturias, y algunas partes de Galicia, llamandolos comúnmente Bladanos -los actuales Prádanos (Acer pseudoplatanus)-, y siendo los mismos que plinio y los otros Autores describen, y en Valladolid, y en León vemos. Andada por este Valle otra legua, se gasta otra sola en encumbrar hasta el Monesterio, que no está en lo mas alto, sino a media ladera de la sierra, que aun tiene mas que subir".

Este sitio fue escogido por tres Santos, Fructuoso, Valerio, y Gennadio, para fundar el Monesterio, y restaurarlo después…”

El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar por Pascual Madoz (1845-1850), describe su visita a Ferradillo en los siguientes términos:

Ferradillo: Lugar de la provincia de León (18 legados), partido judicial de Ponferrada (2 1/2 ), diócesis de Astorga (11), aud. terr. y c.g. de Valladolid (35), ayuntamiento de San Esteban de Valdueza. Situado en una montaña muy elevada, dominada al Sur por una cordillera de Peñas cospelados que se desprende de los Montes Aquilianos. Tienes 40 casas de tierra y cubiertas de paja, divididas en 2 barrios, en uno de los cuales hay una balsa para abrevadero de los ganados, y una fuente para uso de los vecinos.

Al Este, y sobre otra eminencia, se ve un edificio donde recogen la nieve, que por ser único en el país produce bastante utilidad. La iglesia parroquial (San Bartolomé), esta servida por un cura que de su seno presentaban los Benedictinos del monasterio de San Pedro de Montes. Confina Norte Santa Lucia; Este, el indicado San Pedro-S.Santalavilla, y Oeste Villavieja. El Terreno es flojo y pedregoso. Hay montes de brezo en abundancia. Los caminos dirigen a los pueblos limítrofes, y se encuentran en malísimo estado.

Productos: centeno, cebada, lino, patatas y frutas, especialmente cerezas, que por no madurar hasta septiembre se aprecian en los pueblos de llano.

Industria: el pozo de nieve, telares de lienzo, fabricación de manteca y carbón de brezo.

Población: 37 vecinos, 149 almas. Contribución, con el Ayuntamiento.

Según el censo de 1857 tomado del libro El Bierzo. Despoblación rural y concentración urbanade José Luis Alonso Santos y Valentín Diego Cabero, en Ferradillo estaban censados 205 habitantes teniendo la categoría de lugar.

Según el censo de 1940 tomado del libro El Bierzo de Julián Alvarez Villar, estaban censados 203 habitantes y pertenecía al Ayuntamiento de San Esteban de Valdueza –posteriormente, durante el año 1970 pasó a formar parte del Ayuntamiento de Priaranza, por mayor proximidad-.

Fabricación de carbón vegetal a partir de madera de roble el Valdespino - Maragatería- en el año 1996. El montón de la izquierda está sin tierra y el de la derecha con ellaFerradillo, al margen de la ganadería que al día de hoy se ha vuelto tímidamente a recuperar, tradicionalmente surtía de nieve –con el objeto de conservar las bebidas y alimentos, fabricación de helados, así como consumir en crudo o como uso terapéutico - y de frutas tardías al Bierzo, así como proporcionaba carbón vegetal de brezo y roble, primero a la Ferreria de Pombriego y más tarde a los hogares ponferradinos antes de la aparición de carbón mineral.

El carbón de brezo era muy estimado no sólo en El Bierzo sino en otras comarcas leonesas y castellanas, por lo que se llevaba también para las fraguas de León y Valladolid.

Se fabricaba generalmente en los pueblos cercanos a las Herrerías y se trasladaba mediante caballerías así como era porteado con hombres y mujeres. El carbón que utilizaban las Herrerías de Montes y de Pombriego se hacia con las raíces, también llamadas “cepos” ó “cozos” de la urz – brezo- de las faldas de la Aquiana y Campo de las Danzas y muchos vecinos –tanto hombres como mujeres- de San Pedro de Montes, San Adrián y Ferradillo, tarea a la dedicaban mucho tiempo y atención. Se hacía una poza en el suelo que se cubría de leña, sobre la que se echaba los cepos, se prendía fuego cubriéndolos seguidamente con tierra y así quedaba varios días o el tiempo necesario para que la lenta combustión con producción de abundante humo, permitiera la pérdida de humedad de la madera, lo que le hacia perder peso y ganar esponjosidad, manteniendo las cualidades de su contenido en carbono y por tanto de su poder calorífico.

Existió una fragua cercana a la fuente de entrada al pueblo –todavía se conservan los restos- y dos molinos en el cauce del arroyo de Ferradillo y cercanos a Villavieja: El molino de La Cuesta y el de Chan de Prada.

Según el trabajo de Neveras y pozos de nieve en El Bierzo durante la Edad Moderna de Vicente Fernández Vázquez, describe que los pozos de nieve son depósitos en los que se almacena la nieve por capas separadas por camas de paja o en forma de hielo para su posterior comercialización. Continúa diciendo que durante siglos la comercialización de la nieve desempeño una papel fundamental en la vida de nuestros antepasados hasta que dejó de existir en el siglo XX. Muchos pueblos vieron en esta actividad una forma de ganarse la vida, como ocurrió en Ferradillo, que aún a mediados del siglo XIX, dedicaba a un número importante de vecinos a esta actividad. La aparición de las primeras neveras industriales, hizo que los pozos y tiendas de nieve comenzaran a languidecer hasta convertirse al día de hoy en meros testigos de una forma de vida del pasado.

No obstante por un Decreto de la Gobernación de 1908, se prohibía en España el uso de hielo natural para la alimentación debido a los problemas de salud que podía acarrear: problemas de higiene y salubridad, ante los cuales los médicos repudian su uso por la presencia de microorganismos, bacilos y bacterias en la nieve que además consideran fuente de contagio.

Indica el citado autor que a finales del siglo XVIII, Diego Antonio del Valle, un confitero, botillero y fabricante de bebidas heladas, natural de Cacabelos y vecino de Ponferrada, se dedica al abasto de nieve en la Villa en el año 1797, condicionando la venta a que “la haia en el Pozo de Ferradillo”, y asimismo a la venta de leche helada a 14 cuartelillos, a 15 la de aurora, a 13 la dehorchata y al 10 la de limón.

Collada de la Nevera, por encima del pueblo de FerradilloLa nieve se transportaba desde los pozos de la sierras a las ciudades efectuados por caballerizas o en carros y se almacenaba en almacenes o neveras construidos en las mismas ciudades de destino.

La nieve que se recogía en los neveros del Morredero y la Aquiana, se prensaba hasta que una vez tenía una consistencia dura, se empacaba entre helechos ó paja y se trasportaba a lomos de mulos hasta Ferradillo donde se almacenaba en pozos frescos y sombríos hasta su transporte a la ciudad.

En el trabajo mencionado de Vicente Fernández Vázquez, se indica expresamente:

“Los pozos de Ferradillo fueron desde siempre los mejores surtidores de nieve para Ponferrada y el Bierzo Bajo. Su altitud y la presencia de numerosos neveros naturales en las llamadas Peñas de Ferradillo, facilitó que desde tiempos inmemoriales algunos de sus habitantes comerciaran y surtieran de nieve a las poblaciones del Bierzo Bajo y fundamentalmente a Ponferrada”.

No en vano, en la toponimia de Ferradillo, se conservan términos en el pueblo como “La Nevera” y la “Collada de la Nevera”.

Según Manuel Parra, último varón nacido en Ferradillo el 20 de octubre del año 1959 - Pilar López Vega, fue la última mujer nacida en Ferradillo el 31 de enero de 1963-, el pueblo quedó abandonado sobre el año 1976. En aquellas fechas el pueblo –al igual que otros muchos de El Bierzo- no disponía de luz, agua corriente ni alcantarillado. El pueblo tenia una economía de subsistencia, los inviernos eran rigurosos y las comunicaciones bastante pésimas, estando el pueblo comunicado con los pueblos limítrofes de Paradela de Muces, Villavieja, Rimor y Priaranza, Santa Lucía de Valdueza, Pombriego y desde el Campo de las Danzas con Ponferrada y Santalavilla, en la mayor de los casos sólo a través de senderos aptos sólo para caballería. El camino más corto y habitual para llegar a Ponferrada en caballería o andando era por Rimor –ó Priaranza-, y con carro por Villavieja al existir un camino carretero.

Ferradillo producía patatas de gran calidad que se intercambiaban por otros productos como vino en Rimor (el vino se consideraba una medicina para los de Ferradillo, que, según una tabernera de Priaranza, eran muy bibiriqueiros), manzanas y cerezas tardías muy apreciadas, así como peras carujas, nueces y avellanas, trigo y centeno, se dedicaban a la venta e intercambio de ganado y su poder adquisitivo les permitió comprar terrenos en Villavieja –tras el incendio de éste pueblo- y en Paradela de Muces.

Probablemente por esa tendencia ancestral de que los habitantes de los pueblos abandonados, se trasladan a otras localidades cercanas a sus pueblos de origen, quizás para no alejarse demasiado y con la esperanza de volver a los mismos, los habitantes del abandonado Ferradillo se situaron sobre todo en La Martina, Barrio de La Placa, Dehesas y Priaranza del Bierzo.

La Martina fue uno de los pueblos que más vecinos acogió de la montaña próxima en los años sesenta. Los habitantes de Ferradillo, Santa Lucía, y Paradela, los dos primeros hoy deshabitados, compraron tierras y edificaron casas. La moderna iglesia de La Martina, posee la imagen barroca de San Bartolomé, procedente de la iglesia de Ferradillo. Según Amadeo Rodríguez (natural del pueblo), la iglesia de Ferradillo, con planta de cruz latina, contenía las siguientes imágenes religiosas en su interior: San Bartolo –San Bartolomé-, San Bartolín, La Virgen del Rosario, La Virgen procesional, El Bendito Cristo Crucificado y San Antonio.

Según se describe en el libro de Secundino Serrano La guerrilla antifranquista en León (1936-1951) en la posguerra española, así como en la Historia del Bierzo del Diario de León y el Instituto de Estudios Bercianos, Ferradillo tuvo un singular protagonismo, se llegó a conocer como la Rusia del Bierzo, refugio “maquis” donde la Guardia Civil se acercaba sólo en contadas ocasiones.

En la primavera de 1941, exmilicianos de Asturias pasaban por los Montes Aquilianos de camino a Portugal. Después de un trayecto repleto de incidencias, ante la imposibilidad de alcanzar las costas portuguesas, terminaron instalándose en El Bierzo.

El 24 de abril de 1942 se reunían en Ferradillo 24 guerrilleros para crear la Federación de Guerrillas de León-Galicia, que agrupaba a todos aquellos hombres en un ejército organizado cuya militancia política estaba repartida de la siguiente forma: 5 socialistas, 4 cenetistas, 6 ugetistas, 4 comunistas y 5 sin ninguna militancia, dividida en cuatro agrupaciones y en lo que se refiere a su extracción social, aparte de un mecánico y un herrero, todos los demás eran mineros, jornaleros y labradores.

La primera de ellas estaba bajo el mando del asturiano César Ríos y fueron elegidos ayudantes del mismo el mítico Manuel Girón y Abel Ares. Se eligió un Comité Director, presidido por Marcelino Fernández Villanueva El Gafas.

Era la primera guerrilla organizada de la posguerra española. En Ferradillo se centralizaron las labores de la Federación de Guerrillas de León y Galicia, que llegó a contar con una dirección ambulante compuesta por un Estado Mayor y un Tribunal de Disciplina, también se crearon un órgano decisivo para la supervivencia de los insurgentes: Las Milicias pasivas o del Llano, los conocidos enlaces –mujeres sobre todo- que eran el complemento imprescindible para los del monte.

También en el mes de junio de 1943 llegó a los montes de Ferradillo —lugar habitual de reunión— José María Urquiola Iglesias, conocido como “Pepe” o “Chema”, encargado por el PCE de la misión de reconstruir el partido en Asturias y ponerse en contacto con los guerrilleros y huidos del noroeste. En Ferradillo, Urquiola se reunió con los jefes de la Federación de León- Galicia y pidió su adhesión a la UNE, informándoles que era una organización unitaria de todos los partidos y sindicatos del exilio.

Los integrantes del Comité Director no asumían el mando del grupo o guerrilla, sino que iban itinerantes de una a otra y actuaban en cada región según las circunstancias, coordinando y centralizando la actividad de las diferentes guerrillas. Pese a la movilidad de la dirección, imprescindible en los primeros tiempos, instalaron un puesto de mando en el ático de un bar de Santalla, donde tenían lugar las diversas reuniones periódicas entre los mandos y los jefes de la guerrilla, donde además disponían de una radio y una multicopista que les permitió editar el primer periódico de la resistencia armada española: El Guerrillero.

Foto aérea de Ferradillo tomada en octubre de 1980Como ya se ha mencionado, el pueblo fue abandonado en 1976, en palabras del interesante libro El Bierzo. Despoblación rural y concentración urbana de los autores José Luis Alonso Santos y Valentín Diego Cabero, la despoblación rural fue el resultado de una discriminación administrativa y económica, que tradicionalmente ha mantenido en el más absoluto olvido a los espacios de montaña, al no dotarles de una infraestructura básica (red de caminos y carreteras, electrificación, saneamiento, teléfono) y de los servicios colectivos (sanidad, enseñanza, administración pública, etc.); por ello están en una situación deficiente ó pésima.

Los núcleos situados en la vertiente norte de los Montes de León son lo que acusan el mayor vacío demográfico que se prolonga por la vertiente norte de los Montes Aquilianos. Así aparecen núcleos despoblados en la década de los sesenta (1960-1970) tales como Castrillo del Monte, Folgoso del Monte, Fonfría, Matanevero y Poibueno, Rioferreiros, Santa Lucía de Valdueza, Santibáñez de Montes y Las Tejedas, la mayoría de ellos en cotas superiores a los 1.000 msnm.

Como continuación del área deshabitada, en los sesenta, se consolida como vacío demográfico el área el entorno del “Campo de las Danzas”, en la vertiente septentrional de los Montes Aquilianos: San Adrián, Santa Lucia y Ferradillo.

El libro mencionado recoge que en la década de los setenta (1970-1980), quedan despoblados los siguientes núcleos de población: Bustarga, Carracedo de Compludo, Cruces, Ferradillo, Los Montes de la Ermita, Pardamaza, Primout, San Adrián de Valdueza y Urdiales de Colinas, también en casi todos los casos, con cotas superiores a los mil metros.

En todos los casos queda patente el carácter de montaña de los pueblos, tanto por la altitud como por el relieve quebrado y rocoso que son un estímulo al aislamiento. Si en los despoblados de los años sesenta se valoraba el rigor climático como un factor repulsivo, en los años setenta cobra aún mayor importancia, hasta el punto de comprometer gravemente la maduración y recolección de las cosechas.

Terminan los autores del libro mencionado, indicando que: “Ferradillo pasó de pueblo aislado con economía de subsistencia a despoblado en el año 1976, que a su vez se transforma en propiedad estatal bajo el ICONA para cumplir funciones forestales, y es dotado de accesos rodados, que antes no conoció. Y allí donde tradicionalmente existió una agricultura de policultivo y subsistencia, se ha tornado en un espacio bien abandonado o bien especializado en el aprovechamiento de una ganadería extensiva”.

No obstante lo anterior, en algunos de los pueblos abandonados del entorno del Campo de las Danzas, como Ferradillo y San Adrián de Valdueza, los vecinos no olvidan sus pueblos y sus raíces –en este caso en corazón y la cabeza se ha aliado- y han vuelvo a reconstruir y habitar sus casas que ocupan durante el verano y los fines de semana. Tras abandonar sus pueblos, la mejora del poder adquisitivo conseguido de sus habitantes, les ha permitido volver a recuperar sus antiguas casas o las de sus antepasados, afortunadamente manteniendo el estado arquitectónico tradicional.

En Ferradillo, a la redacción del presente trabajo (agosto de 2008) están terminadas o en proceso de rehabilitación 7 casas, algunas de ellas ya están ocupadas, donde además la construcción de un depósito de agua les ha permitido disponer de agua corriente en las mismas.

En el año 2000 nace la Asociación de Amigos de Ferradillo que dispone de su propia página WEB: http://www.ferradillo.com, según la propia página, con la finalidad de recuperar las señas de identidad del pueblo y su entorno natural, tradiciones, costumbres, vocabulario, música, etc. La Asociación que inició su andadura con 10 socios fundadores en la actualidad está constituido por más de un centenar de personas y es la encargada de organizar los eventos deportivos y socio culturales de la zona.

Todos los años, el 24 de agosto, Ferradillo celebra la Fiesta de San Bartolomé –popularmente conocido como San Bartolo-, patrón del pueblo, cuya imagen se encuentra en la iglesia de nueva construcción de La Martina, la fiesta popular reúne a los antiguos vecinos del pueblo y otros venidos de los pueblos colindantes, el acto se complementa con juegos para niños, acampadas y actividades al aire libre, juego de bolos, orquesta, comida campestre, etc.

Hay intentos para recuperar la iglesia del pueblo –actualmente de propiedad particular-, a fin de rehabilitarla y dedicarla de nuevo a actos de culto y de local social de reunión de los propios vecinos.

También, durante el año 2008, se ha recuperado y remozado la fuente más tradicional de Ferradillo –situada a entrada del pueblo- . Sobre la misma podemos decir que posee una de las aguas mas frías que se pueden encontrar en los Montes Aquilianos, el 3 de julio de 2008, la medida de la misma arrojó una temperatura de 8º C, sólo superada por la del manantial que da nacimiento al arroyo de San Adrián de Valdueza que naciendo directamente de los farallones rocosos de los doce apóstoles da una temperatura de 7º C –probablemente de las mas frías de El Bierzo-.

Llegado a este punto, hay que decir que la Administración, haciendo gala de esa vocación que está mostrando desde hace algunos años de invertir en los pueblos a fin de que no desaparezcan y asentar la vida en los mismos, que es necesario se faciliten unos accesos dignos a Ferradillo, así como se le dote al menos de suministro eléctrico –el suministro actual es a través de grupos electrógenos-, sistema de alcantarillado y depuración de agua residuales.

Petición que debe de hacerse extensible a todos los pueblos que se encuentran en proceso de recuperación, hay que dotar a estos pueblos de las infraestructuras y el apoyo necesario que en la década de los setenta les faltaron, y que, entre otras razones, contribuyeron decisivamente a su despoblación y abandono.

LOS VALORES NATURALES DEL ENTORNO. PLAN DE FUTURO

La ubicación privilegiada de Ferradillo, con sus excelentes vistas sobre la hoya Berciana, el aire puro y tranquilidad que le proporciona su altitud –es el pueblo abandonado mas alto de la Comarca, después de Los montes de la Ermita en las faltas del Catoute-, su singular entorno natural al estar asentado sobre las Peñas de Ferradillo que le proporcionan agua y abrigo, y la cercanía a la ciudad de Ponferrada, hacen que sea uno de los pueblos con mas argumentos para volverse a repoblar.

Contribuirían a ello, el auge del turismo rural que necesariamente tiene que ir acompañado de una oferta cercana que atraiga al viajero. Es necesaria la recuperación de los antiguos caminos y senderos tradicionales del pueblo para comunicarle con los pueblos colindantes, y darlos a conocer como rutas de senderismo. No en vano, alguno de ellos como la Travesía de los Aquilianos, a permitido redescubrir uno de los antiguos senderos que unía Ferradillo con Rimor, el camino que une Ferradillo con Villavieja es de extraordinaria belleza siguiendo el cauce del arroyo de Ferradillo o el que lo unía con Pombriego transitando por la cuenca del arroyo de Rozana, o los caminos de acceso al pueblo mas cercano de Santa Lucía de Valdueza.

La última ruta de La Mirada Circular –la número 15- denominada la Senda del Silencio, que comunica Las Médulas con Peñalba de Santiago, transita por la cara sur de las Peñas de Ferradillo, muy cercana al pueblo, por lo que no costaría que los caminantes hiciesen un alto en el camino para visitarlo.

Por otra parte tanto la geología como la diversidad botánica de las Peñas de Ferradillo hacen de éste un lugar especial en la Comarca de El Bierzo.

Desde el punto de vista geológico, las conocidas como las Peñas de Ferradillo, construyen las primeras estribaciones de los Montes Aquilianos, está formado por un afloramiento de roca caliza visible desde prácticamente cualquier punto de la hoya berciana, constituyendo un paisaje singular que a nadie le pasa desapercibido. Situada sus cotas máximas cercanas a los 1.500 metros sobre el nivel del mar, sus crestas nevadas en invierno nos anuncian que la nieve ya está en las puertas de la ciudad de Ponferrada. Su silueta deja un perfil en forma de castillete almenado que se prolonga, con alguna interrupción, hasta los conocidos doce apóstoles, en donde aflora de nuevo a los pies de mítico pico de la Guiana continuando hasta Peñalba de Santiago y desapareciendo debajo de los estratos mas jóvenes bajo el subsuelo de la
Maragatería.

Este alineamiento calizo de color ocre oscuro, constituyó en su origen el fondo de un mar de edad ordovícica de hace 450 millones de años, posteriormente durante la orogenia hercínica, hace unos 300 millones de años, los estratos fueron levantados hasta su posición actual, como consecuencia de la fuerza compresiva de las placas litosféricas, la posterior y constante acción de la atmósfera, a convertido aquél mar poco profundo que se remonta a los orígenes de lo que hoy conocemos como El Bierzo, en la escultura paisajística que ahora podemos disfrutar y que continua modelándose. Somos pocos los bercianos que al asomarse a la ventana de su casa no se topen, aun sin querer, en su retina con este macizo rocoso de aspecto almenado que pocos saben fue el fondo de un mar primigenio de hace 450 millones de años.

Taxus baccata L. (Tejo rupícola)Desde la óptica del botánico, las Peñas de Ferradillo son un paraíso. Su situación geográfica con caras dispuestas al sol y a la umbría, su altitud y exposición a los agentes atmosféricos hacen que en ellas se desarrolle una gran biodiversidad botánica. Las Peñas de Ferradillo funcionan como unas pequeñas islas biogeográficas que son colonizadas por las plantas de apetencia calcícola que las rodean: terrenos silúricos en su mayoría, compuestos mayoritariamente por pizarras y cuarcitas.

Son de destacar las comunidades relícticas de las Petrocoptis sobre acantilados calizos, verdaderas maravillas de la Comarca Berciana y por tanto de la flora Leonesa. La Petrocoptis viscosa se distribuye en los acantilados calizos extraplomados con abundante humedad.

Rhamnus Legionensis RothmLa Petrocoptis viscosa es un endemismo estricto de la Comarca Berciana siempre sobre rocas calcáreas extraplomadas, citándose su presencia en las Peñas de Ferradillo, Paradela, Chana y en los muros del castillo de Cornatel, formando comunidades muy escasas calificadas como “muy vulnerables” en la lista del Consejo de Europa.

La Petrocoptis grandiflora está dispersa en los Montes Aqulianos y Sierra de La Lastra y ambas están muy amenazadas por la explotación de las canteras.

No podemos olvidar tampoco el Geranium dolomiticum, otro endemismo berciano exclusivo de las Peñas de Ferradillo y los Doce Apóstoles catalogada en “peligro de extinción” según el Decreto 63/2007 de 14 de junio, por el se crea el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León y la figura de protección denominada Microrreserva de Flora.

La diversidad biológica de las Peñas de Ferradillo y en menor medida de los doce apóstoles, es conocida por el mundo científico desde que en 1935 el botánico alemán Rothmaler, W. identificara alguno de los endemismos, plantas que no habían aparecido en ningún otro lugar del mundo.

Y más recientemente estudios de los Biólogos Dr. D. Carlos M. Romero Rodríguez – Catedrático de Biología Vegetal y autor de varios libros sobre la zona, entre ellos Algunas especies raras y relícticas de la provincia de León publicado por la Junta de Castilla y León yComunidades de Petrocoptis en la Comarca de El Bierzo- y del Dr. D. Gonzalo Nieto Feliner (Director del Real Jardín Botánico, que además realizó su tesis doctoral en la marco de las Peñas bajo el título: Estudio crítico de la flora orófila del suroeste de León: Montes Aquilianos, Sierra del Teleno y Sierra de la Cabrera. Ruizia 2: 2-239. CSIC, Madrid. 1985).

Variedad rara de helecho: Phyllitis scolopemdrium L. (Lengua de ciervo)Para terminar sobre la biodiversidad, diremos que según el Catálogo de la Flora protegida en Castilla y León, en las rocas que dan la espalda al pueblo de Ferradillo se encuentran al menos menos una decena de las especies protegidas, algunas de ellas endemismos locales -sin descartar que haya más ya que continúan los estudios de campo-.

Existen otras muchas especies singulares y más generalistas, aunque por el momento no gozan de la vocación protectora del Decreto mencionado.

Toda la alineación Peñas de Ferradillo-Doce Apóstoles constituyen nuestra Microrreserva de Flora Berciana de plantas endémicas, medicinales y cosméticas, un Lugar de Interés Florístico en la provincia de León, figura de protección de la flora que no tardará en llegar y que permitirá a las Peñas de Ferradillo consolidarlas como una reserva botánica al aire libre –a igual modo que las Reservas Nacionales de Caza-, una escuela botánica de la que tendremos mucho que aprender y probablemente atraerá a numerosos investigadores, amantes y conservacionistas del mundo de la biota.

Para terminar este trabajo de aproximación al pueblo de Ferradillo, que a versado en derredor de su historia y alguno de sus valores naturales, mencionaremos una singularidad hidrológica que posee el arroyo de Ferradillo.

Al igual que el río Sil es captor de territorios que no le pertenecieron, al haber captado rasas que correspondieron en el pasado a la cabecera del río Luna, como demuestra la vivísima erosión del río Sil apreciable en el Puente de Las Palomas, frente a las superficies mas bien planas y con escaso poder erosivo del cercano Luna, lo que demuestra que el río Sil, se apoderó –por su mayor poder erosivo- de parte de la cabecera de la cuenca que en algún momento geológico perteneció al río Luna.

Este mismo fenómeno a nuestro modo de ver, aunque a mucha menor escala, se produce entre el arroyo de Ferradillo que discurre por Villavieja hacia el Sil y el arroyo de los Álamos que discurre por Paradela de Muces y La Chana hacia el Lago de Carucedo. El mayor tirante hídrico del arroyo de Villavieja –al tener que salvar una gran pendiente en un corto recorrido- añadido a la insistencia que proporciona la escala de millones de años, ha conseguido zapar el curso alto del arroyo de Los Álamos, con lo que alguna de las aguas que drenan al arroyo de Ferradillo por la margen izquierda, el algún momento geológico, eran arroyos afluentes al de los Álamos por la margen derecha.

Sólo hay que observar la profunda huella que sobre su cuenca deja el arroyo de Ferradillo en su discurrir hasta su confluencia con el Sil, frente a la huella, globalmente mas bien plana, del arroyo de los Álamos hacia el lago de Carucedo. Esto a escala geológica de millones de años, hace que el mayor poder erosivo del primer arroyo, capture superficies de cuenca del segundo arroyo que dispone de menos fuerza.

El arroyo de Ferradillo –que posteriormente pasa por la localidad de Rioferreiros- es un captor de territorios que no le pertenecieron y que se ha ganado por méritos propios gracias especialmente a su “perseverancia y capacidad de trabajo”.

Los términos entrecomillados, que aluden mas bien a virtudes humanas, son aplicables a los nacidos en Ferradillo, que es muy probable que las hayan aprendido imitando a su arroyo.

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