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Aparece la fosa de una embarazada y de su hijo de 3 años paseados en 1936


Aparece la fosa de una embarazada y de su hijo de 3 años paseados en 1936

Fueron fusilados como represalia a Isaac Cabo, marido y padre, que estaba escondido en el Pajariel
Los restos de ambos permanecían desde hace 72 años ocultos bajo una vivienda en el barrio de Flores del Sil
A. Calvo ponferrada
La historia era conocida en el Bierzo. Jerónima Blanco Oviedo y su hijo Fernando Cabo Blanco, de tan sólo 3 años, fueron paseados y abandonados en la orilla de la carretera en agosto de 1936. Durante tres días sus cuerpos estuvieron a la intemperie hasta que una familia de Toral de Merayo decidió enterrarlos. La mujer, de 22 años, estaba embarazada y su muerte y la de su hijo fue utilizada como represalia contra su marido, Isaac Cabo Pérez, que desde el principio de la contienda civil permanecía escondido en el Pajariel por su afiliación sindical y por las ideas políticas de toda su familia, vinculada a la izquierda.

Ayer, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica comenzó los trabajos de exhumación de los cuerpos de Jerónima y de su hijo. Ocultos bajo un chamizo de madera han permanecido durante más de 70 años, sin que la dueña actual de la vivienda supiera que ambos estaban allí, de hecho, según fuentes de la asociación, la propietaria pensaba que estaban en otra zona de la finca, cerca de otra edificación.

La historia de la familia de Jerónima e Isaac y de su hijo Fernando traspasa el dramatismo. Una de las tantas veces que el marido bajaba desde el Pajariel a Flores del Sil a ver su familia sólo encontró, a la orilla de la carretera, los cuerpos de su mujer en avanzado estado de gestación y de su hijo. Entonces, huyó a Asturias. Poco después se enteró de que los falangistas también habían matado a sus padres, a dos de sus hermanos y su cuñado.

Una carta desde Santander

Isaac fue detenido, poco tiempo después en Santander. Allí fue juzgado y allí escribió una carta para pedir el indulto. Ésta fue una de las pistas que siguieron los miembros de la asociación para localizar ambos cuerpos. El hombre, que después de ser liberado regresó al Bierzo, decidió emprender una nueva vida en Pedrún de Torío, donde volvió a casarse. Uno de sus hijos ha colaborado con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica para localizar a la primera familia de su padre, que murió en los años 80. Los voluntarios tuvieron que ir acotando el espacio, recurriendo a testimonios de aquellos que vieron los dos cuerpos en la orilla de la carretera y el entierro, documentos del juicio y cartas que ahora han permitido encontrar a Jerónima y al pequeño Fernando.

El cofundador de la asociación Santiago Macías, continúa esperando una respuesta del Ayuntamiento de Ponferrada desde que el año pasado le solicitara un espacio en el cementerio municipal para enterrar los cuerpos de los paseados que no son reclamados.